viernes, 19 de diciembre de 2008

Ponga un fracaso en su vida

¿Es tan malo como dicen?

Rosario Bofill (Periodista)

Creo que el fracaso, o cuando nos sentimos fracasados, siempre es en relación con los demás. No hemos alcanzado la meta que queríamos. No hemos conseguido el trabajo. No sabemos hacer las cosas como nuestros amigos. No logramos ir hacia delante. Se nos han venido abajo nuestros proyectos. “Somos unos fracasados”, pensamos. La competencia y las comparaciones agravan los fracasos. Nuestra sociedad es una sociedad hecha para los vencedores, para los triunfadores (empezando por la abrumadora publicidad que nos invade). El fracaso nos abate y nos disminuye, casi diría que a veces nos aniquila. En principio.
Fracasar está muy mal visto. “Es un fracasado”, decimos, y lo miramos con conmiseración. Pero lo malo no es el fracaso en sí sino cuando no somos capaces de reaccionar. Cuando nos deja dentro del pozo. Cuando al andar vamos arrastrando los pies. Cuando nos hace amargados y resentidos. Muchos fracasados son unos resentidos, se culpan ellos mismos o las más de las veces culpan de su situación a los demás.
Pero todos, gracias a Dios, fracasamos un día u otro, todos tenemos fracasos en nuestra vida, que nos dejan pequeñas o grandes cicatrices. Lo importante es que estén bien curadas.
A mí más bien me dan miedo las personas que no fracasan o que dicen que no han fracasado nunca. Las temo. Me dan más miedo que los que están sumidos en el fracaso. Los primeros no ven su realidad y se creen superhombres; estos últimos pueden con su esfuerzo y la ayuda de los demás salir de su hundimiento o aceptarlo sin que les duela demasiado. Si salimos del abatimiento al que nos ha conducido el fracaso, seguro que saldremos más ricos, más humanos, más sensibles.
Hay una magnífica frase en la gran novela de Joan Sales Incerta glòria, una de las mejores novelas de este siglo. Dice así: “Feliz quien se siente fracasado y lo acepta sin amargura, la aceptación del propio fracaso es el único éxito posible”.
Por eso creo que no hay que sobrevalorar el fracaso, no hay que temerle tanto. Hay que encajarlo. Va en el cupo de la vida, como el dolor, como todo lo serio.

5 pintores:

Anónimo dijo...

En mi vida, He fracasado muchas veces. El fracaso no es fácil de la cara y no es una buena experiencia o un sentimiento que se siente cuando sucede. Quizá a veces no un examen, hacer errores en la escritura de una cesión, debo hacer para que la gente enojada conmigo, he atornillado las personas de más de. Pero creo que las horas extraordinarias como experiencia no, no es acerca de convertirse en la más perfecta persona a la que puede ser tan perfecto o nada de malo. En lugar de ser perfecto, he aprendido que es acerca de cómo se perciben y hacer frente a los fracasos y superarlos a fin de que no va a repetir de nuevo. Recuerdo un momento durante un juego de baloncesto, hubo sólo un minuto en el juego. Había un chico en el equipo que sólo me mantuvo persistente y empujar y golpear a mí sin motivo aparente. Simplemente me a un punto donde yo estaba tan agravado que no podía tolerar por más tiempo y de repente, cuando el tipo Atrapada la pelota, me litteraly lo empujó tan duro como me sea posible y se fue volando en la pared . Fue un estúpido error que hice en mi parte porque entonces me llamaron para una falta técnica y se fue a la línea de tiro libre y que, afortunadamente, perdió sus dos tiros para que nuestro equipo ganó todavía. Pero sí, cuando miro hacia atrás en ello, no estoy muy orgulloso de esa experiencia, aunque parece gracioso a mis amigos. Horas extraordinarias, he aprendido a controlar mi ira de una manera positiva de modo que no voy a lastimar a nadie. Esto es cómo se sobrepuso a mi fracaso.

Anónimo dijo...

Khushboo P dijo...

La palabra “el fracaso” tiene una connotación negativa. En este mundo, hay personajes que tienen miedo de esta palabra. Hay otros personajes que tienen la fuerza para confrontar esta palabra. Si un personaje pudiera predecir el futuro y combatir el curso fijo de acontecimientos, el eliminaría el período de fracaso y recesión en la vida. Pero, no es posible que un personaje tenga la capacidad de cambiar su destino y el destino. Además, yo creo que el fracaso no es negativo. Nosotros debemos ver fracaso como un método de aprender. En mi vida personal, cuando yo había confrontado una derrota, mi reacción inicial fue de la preocupación y el pesimismo. Pero, durante mi derrota, yo lentamente había realizado que la vida es un fracaso totalmente y es nuestra responsabilidad para cambiar esto y formar la vida en un éxito. Y, después de la brutalidad y la tristeza del fracaso, yo tengo confianza y optimismo para el futuro. Cuando un personaje confronta una tensión en la vida, el otro parece un trozo de tarta. Además, es necesario que un personaje no pierda toda la confianza cuando el confronta un fracaso. El optimismo es necesario para que el fracaso no gane en esta batalla de felicidad. Para toda la vida, el fracaso tendrá una connotación negativa. Pero, la experiencia de vida nos aprende que el fracaso es solamente una parte de la vida. No hay artimañas ni atajos de combatir la entrada de fracaso. Desde entonces el principio de este mundo, la gente ha encarado la derrota y ahora, es nuestra oportunidad de mostrar la vida lo que poseemos. Es aconsejable que nosotros no tengamos miedo de esta palabra. En lugar, nosotros debemos enfrentarse con esto como si fuera un enemigo en nuestro sendero a la paz, al amor, a la prosperidad, y a la felicidad.

Susie A. dijo...

La gente frecuentemente no se da cuenta de que el fracaso es un término relativo. Somos tan ansiosos a rendirnos inmediatamente y etiquetar nuestros sueños insatisfechos como fracasos, como si el acto de darlos eso nombre se hacen inaccesibles. Y así nos hacemos fracasos cuando no respondemos a nuestras propias expectativas, o cuando no podemos hacer algo tan bien como un amigo, o cuando cometemos el error más humano. Nos tildamos con la marca del fracaso y vagueamos haciendo todo lo que podemos para ocultarla del mundo. Lo que fracasamos a reconocer es que el fracaso es esencial al crecimiento. Como niños tropezábamos paso a paso hasta que pudieramos correr, pero nos negamos a dejarnos hacer lo mismo como adultos. El fracaso es nada más de una rodilla raspada, una cicatriz de batalla que nos deja saber que nos hemos topados con terreno con muchas colinas en nuestros caminos y que hemos sobrevividos – un poco para el arrastre, pero más sabio también. Si plantamos nuestros traseros en la tierra y nos negamos a levantarnos, nos hemos rendidos a la desesperación. Hemos malinterpretados un tropezón sencillo como una caída insalvable al inferno. Pero si podemos aplicar una curita sobre de la herida, sonreírnos, y decir “Pues ya vamonos!” no podemos ser nada si no somos vencedores.

Yuki dijo...

Yuki T. dijo...

En mi entender, la palabra “fracaso” puede vincular con muchas cosas de nuestras vidas. Los fracasos pueden darle una persona una nueva perspectiva de pensamiento y cambia la manera o camina para que avance delantero. Mucha persona puede tener éxito con tal de que los encuentren los fracasos o en muchos tiempos los errores que corregir la persona. Es importante que mucha persona hacer errores y fracasarse durante la vida joven porque hay mucho tiempo para que aprendan de sus errores valiosos. No es siempre el caso que una persona estaba hecho errores y no aprender de los errores; el tipo de persona no puede avanzar lejos, una camina de vida muy larga. Es más de recomendable que la persona se dé cuenta a los acontecimientos en el mundo acerca de la persona. Fracasos pueden dar “esperanza” y “luz” en ideas generales porque tal cosas hacer intentar una vez y más, dependiendo de las personas, quien tiene el optimismo y positiva actitud.
Muchas personas piensan que “fracasos” ser cosas inútiles y negativas que ruinar la vida de una. La mentalidad de no poder hacer más después de toparse con los fracasos. Una persona puede perder las esperanzas sin que se dé cuenta que las cosas estar en todas los lugares. Es importante que la persona vio la “luz.”

Anónimo dijo...

Sibi V. dijo...

¿Jamás ha cometido usted un error? Por supuesto usted tiene. Todos nosotros hicimos errores. El problema no hace errores pero lo que usted lo dice cuando usted hace uno. ¿Qué dijo usted a usted mismo la última vez que usted cometió un error? Cualquier usted dijo depende de su regla acerca de errores. Todos tenemos “reglas para vivir” que aprendimos temprano en vida y aplicamos a nuestras experiencias diarias. Vivimos en un mundo orientó en logro y el éxito en el que una regla popular es, “siempre que usted haga algo, hágalo bien.” Nuestros padres, los profesores, y los amigos nos ayudaron aprendemos esta regla. Simplemente, recuerda de ser completamente adecuado y competente en todo que usted hace. Con esta regla nosotros llegamos a ser perfeccionistas y no queremos errores. Los errores son “malos” y algo ser evitado. El problema es que usted aplica una regla mala acerca de errores. Puede haber sido una regla buena y le mantuvo fuera de problema cuando usted tuvo seis años, pero no es una regla buena ahora que usted es más viejo. Es tiempo de cambiar la regla. ¿En la realidad, qué es un error? Recuerde cómo usted aprendió a andar en bicicleta. ¿Qué es el primer paso a aprender a andar una bicicleta? Caer. ¿Usted se inclina demasiado lejos a la derecha y lo que sucede? Usted se cae. Próximo, usted se inclina demasiado lejos a la izquierda y usted se cae otra vez. Cáigase y vuelva arriba suficientes tiempos y usted aprenderá a equilibrar y andar en la bicicleta. Así, un error es el primer paso a aprender. El éxito viene de errores. Esto es buenas noticias. Con esta nueva regla nosotros podemos cambiar y poder mejorar nuestras vidas.

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